Ser un monstruo y vivir lejos de ti. Siempre escondido en las sombras de tu llanto, siempre a tu lado, en silencio. Siendo demasiado terrible para amarte, para tomarte de la mano. Tú siempre me temiste, siempre pensaste que te podría hacer daño, por eso siempre me evitaste, por eso siempre me ignoraste.
Yo era demasiado monstruoso para mirarme, nunca fui como los ángeles que tú deseaste, no estaba en tus escenas más románticas, ni en tus sueños más anhelados. Creciste y te olvidaste de todas las veces que jugaste conmigo. Ahora me dejaste olvidado dentro del cajón. Ahora has crecido y yo te miro por entre el pequeño espacio que me dejan las puertas de tu armario, aun atento esperando a que vengas llorando buscando cobijo con el monstruo de tu ayer.
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